Tácticas que animan

Técnica para lograr tus objetivos

POR RENÉ EN Conseguir tus objetivos, Tácticas que animan

CONTAR CON SOCIOS COLABORADORES PARA LOGRAR TUS OBJETIVOS ES UN PUNTO CLAVE

Ya sabes que para tener realmente un cambio potente en tu vida no basta con apuntarte al curso, more about ni solamente leer y aprender, find sino que lo fundamental es HACER. Lo que pasa es que lo de hacer, lo de realmente volcarse, puede resultar muy complicado. Tenemos muchas cosas que aparecen como obstáculos y frenos, otras cosas que parecen ser más importantes, limitaciones del tiempo y demás. Eso nos pasa a todos.

Llevo un tiempo intentando entender cómo eliminar algunas de esas barreras, y cómo se tiene que construir un programa de aprendizaje para que el participante realmente pueda obtener el resultado que desea. Y una fórmula que me parece interesante es la siguiente: Si quieres cambiar un hábito o salir de tu zona de confort y tener resultados extraordinarios es fundamental tener apoyo. Sobre todo apoyo emocional. Tener otras personas a tu alrededor que saben que estás peleando por cambiar, por hacer las cosas diferentes, por lograr algo que te resulta complicado.

En inglés se habla de ”Accountability Partners”, es decir, tener socios que colaboran contigo para que puedas lograr lo que deseas. Imagínate que te comprometes con ir al gimnasio tres días por semana. Si el único socio -la única persona- que sabe que ese es el objetivo eres tú mismo, la posibilidad de que lo logres es limitada. Es muy fácil engañarse a uno mismo con eso de que ?hoy no me va bien, pero mañana sí que iré, segurísimo”. Ahora imagínate que en vez de compartir el objetivo solo contigo, lo compartes con tu pareja, y luego con un amigo, con tu jefe, con un cliente, etc. Y que además les pides que sean socios, o colaboradores, en tu objetivo. Que te pregunten por email, o por mensaje, ?¿Qué tal te ha ido hoy en el gimnasio?” O cada lunes, «¿Cuántos días fuiste la semana pasada al gimnasio?»

Al crear múltiples relaciones de las cuales te sientes responsable (accountable) se incrementa el incentivo de que realmente sigas peleando por conseguir lo que te propones. Incluso se puede llevar a un punto más extremo diciendo a uno de los socios: ?Ten, te doy 100€. Si no voy al gimnasio como mínimo tres días a la semana te quedas tú con el dinero. Pero si voy, me lo devuelves.” Es decir, un incentivo más contundente que realmente duele, más allá de los elementos sociales, más allá de la posible ?vergüenza” por no haber cumplido con tu palabra.

Una estrategia de venta que nunca falla, y, cómo gestionar tu energía y tiempo

POR RENÉ EN Captar Clientes, Tácticas que animan

Este post trae unos apuntes potentes, thumb sobre todo si tienes -como yo- retos constantes acerca de cómo gestionar tu tiempo, cómo aumentar tus ingresos o cómo conseguir más clientes.

Vamos a hablar de varios temas diferentes, todos relacionados entre sí:

  • Gestión del tiempo y de la energía: Qué hacer cuando no sabes qué hacer. Quiero compartir contigo una fórmula muy sencilla para salir del bloqueo emocional y seguir avanzando.
  • Ganar dinero y ser rico: Lejos de programas o promesas de cómo hacerse rico rápidamente, me gustaría compartir contigo dos pasos fundamentales que son tan obvios que seguramente se te habrán escapado (como a mí mismo me pasó).
  • Conseguir clientes: La estrategia de venta que siempre funciona. Se llama «La ley de los grandes números» y efectivamente es una ley universal que nunca falla.

Pero antes de seguir, me gustaría hacer un inciso para dar las gracias por todas las respuestas al email de la semana pasada, compartiendo vuestros retos actuales. Si aún no lo has compartido, te invito a que me contestes cuando tengas un momento. La pregunta era: ¿cuáles son tus retos actuales? De esta forma puedo mejorar y acertar más en la información de los emails.

GANAR DINERO Y SER RICO

Empecemos por aquí. Puede ser la gran duda de todos nosotros. ¿Cómo puedo ganar (mucho) dinero? Seguramente tú, como yo, no estás deseando ser multimillonario, pero sí tener una vida tranquila, con cierta libertad que tal vez no tengas ahora. Y el dinero, sin ninguna duda, sirve como medio para conseguir esa libertad.

¿Y cómo hacemos para conseguir esa libertad financiera?

Resulta que es tan sencillo que la fórmula puede quedar resumida en solamente dos pasos. ¿Preparado?

El primer paso para conseguir riqueza es: Dejar de pensar en ti.

Deja de pensar que «yo quiero ganar más dinero», «yo quiero tener un trabajo en el que me paguen bien», «yo quiero tener más clientes…»

El paso número uno se centra en dejar de pensar en lo que quieres, lo que necesitas… YO, YO, YO ¡No! A nadie, menos que a ti, le resulta relevante lo que quieres. No es posible conseguir lo que deseas si solamente piensas en ti. Simplemente, porque lo que tienes ya lo tienes, y por más que pienses en lo que quieres si no levantas la mirada un poco más allá, no lo podrás conseguir.

Con lo cual, el paso número dos (incluso más relevante que el paso uno) es: Empieza a pensar en los demás.

Levanta la mirada y empieza a pensar en los demás. En el mundo que tienes a tu alrededor. ¿Cuáles son los temas que les preocupan? ¿Y cómo podría yo ayudarles con esas cosas? ¿Cómo les podría yo echar un cable para que su vida fuera más fácil?

Al ponerte al servicio de los demás se produce un cambio fundamental en ti y abre el camino hacia la abundancia. Sea lo que sea aquello que quieres, al enfocarte en los demás y ayudarles, hará que te conviertas en una pieza mucho más útil y relevante para el mundo. Hará que te conviertas en una persona a la que los demás valoran más, a ser la persona a la que acudan cuando tengan un problema o un reto y quien pedirán ayuda.

«La manera de ganar un billón de dólares es ayudar a un billón de personas». Peter Diamandis, fundador del X Prize.

Ten en cuenta que todas las transacciones (monetarias o no) se basan en un intercambio de valor. Tú tienes algo de valor para mí, me estas resolviendo un problema o necesidad que tengo, y yo te pago por ello.

Todas las personas con éxito en la vida lo han logrado porque están ayudando a una, dos, cien, o miles de personas. Piensa en ello. Vale la pena.

Siguiendo el hilo de hoy, entramos en el siguiente tema:

CÓMO GESTIONAR TU TIEMPO Y ENERGÍA

Se trata de un tema amplio y muy interesante. Yo practico varias métodos para conseguir más rendimiento de mi tiempo. Simplificándolo todo sería algo así: pienso en lo que quiero hacer y/o lograr y, sobre todo, para quién. Luego me propongo unas metas, siempre en pasos pequeños y alcanzables. Una vez que tengo claro cuáles son las metas y los pasos a seguir, me pongo en marcha.

Se trata del momento de la acción, de hacer. No pensar. Hago pero no pienso. Sigo mi proceso y tengo fe en que iré avanzando hacia mis metas si voy logrando cada uno de los pasos.

Separo el momento de planificar y el momento de hacer. Hago los planes por la tarde o la noche. Y ejecuto al día siguiente. Sin pensar, sin dudar, sin darle más vueltas. Confío y hago.

Si no sé qué hacer salgo de mi casa y hablo con la gente. Gente que considero relevante para mis retos y objetivos. Como podría ser un posible cliente.

Lo fundamental es salir de casa y poner el foco en los demás. Aprender y conseguir empatizar y ver con la perspectiva de la otra persona.

Atando este punto con el anterior: si no sabes qué hacer o cómo gestionar tu energía, empieza por el punto más importante: sal de tu casa y céntrate en otra persona. En un posible cliente. Y aprende. Tienes una boca y dos orejas. Así que es primordial escuchar el doble de lo que hablas.

LA LEY DE LOS NÚMEROS GRANDES, o cómo conseguir clientes.

Siguiendo el hilo, me gustaría mostrarte una verdad universal, que a su vez es una táctica de venta que siempre funciona.

¿Qué es la ley de los números grandes? (Wikipedia) :

«La frase «ley de los grandes números» es también usada ocasionalmente para referirse al principio de que la probabilidad de que cualquier evento posible (incluso uno improbable) ocurra al menos una vez en una serie, incrementa con el número de eventos en la serie. Por ejemplo, la probabilidad de que un individuo gane la lotería es bastante baja; sin embargo, la probabilidad de que alguien gane la lotería es bastante alta, suponiendo que suficientes personas comprasen boletos de lotería.»

¿Y qué tiene esto que ver con la venta o conseguir clientes?

Pues resulta que para obtener buenas ventas, tener contactos, experiencia o un producto extraordinario es menos importante que tener algo que posees ahora mismo:

Empeño.

Si te pones a trabajar con todo tu empeño puedes lograr un mejor resultado que el mayor vendedor con todos los contactos y toda la experiencia del mundo.

Y se llama La ley de los grandes números, o La ley del promedio.

Veamos. El tío que posee la súper experiencia y un montón de contactos cada mes vende a 9 de cada 10 clientes. Un ratio de éxito de 90%. Difícil de superar, ¿no?

Depende. ¿Cómo puedes hacer tú para ganarle y vender a 10 clientes en un mes?

Sin experiencia y sin contactos, lo que no puedes hacer es realizar la misma cantidad de presentaciones que el otro, que solamente ha hecho 10, pero cerrado 9.

Lo que sí puedes hacer es hacer más presentaciones que el otro. Hacer más contactos. Primero haces 10 y logras venderle a uno. Tu ratio, tu promedio, es entonces 1 de cada 10. ¿Cuantas presentaciones has de hacer entonces para vender 10, uno más que el otro? Eso, 100 presentaciones cerrando uno de cada diez. Y lograrás vender a 10.

Eso es La ley de los grandes números. Está comprobado que si lo sigues intentado, tarde o temprano alguien comprará.

Vale la pena repetirlo: si sigues intentándolo, tarde o temprano vas a vender.

Es una ley universal. Es La ley del promedio y de los grandes números.

En el caso de venta (diferente a la lotería, por ejemplo) es que mientras haces tus presentaciones vas aprendiendo, vas mejorando, escuchas a tu cliente, y aprendes cómo atender mejor a su necesidad. Quiere decir que tu ratio de éxito, tu ratio de cerrar un acuerdo, va mejorando.

De los primeros 10 vendes a 1, de los siguientes 10 vendes a 2, y cuando hayas hecho 100 presentaciones, pues a lo mejor no vendes solamente a 10, sino a 30 o 40.

Este bucle de: idea – propuesta – escucha – ajuste de la propuesta – propuesta – escucha, es una fórmula que seguro te ayudará a conseguir clientes, y muchos.

RESUMIENDO LOS APRENDIZAJES DE HOY

Lo fundamental es dejar de pensar en ti, y pensar en los demás. Ponerte al servicio a ellos. Aprender mediante la escucha.

Cuando no sabes qué hacer, o por dónde enfocar tu energía, toma un momento para definir quién podría ser tu cliente, a quién tienes ganas de ayudar. Sal de tu casa, empieza a hacerles preguntas y escucha sus retos y necesidades. Así encontrarás las oportunidades, y así encontraras la manera de encajar tus ideas y pasiones en el mundo de ellos.

Y por ultimo, sé consciente de que La ley de los grandes números (la ley del promedio) está a tu favor. No te rindas. Pon empeño en lo que haces y sigue hasta que lo logres. De idea, a propuesta, a escucha, a ajuste de la propuesta, a propuesta, a escucha. Un bucle que requiere un gran empeño para poder tener todo el éxito del mundo.

¿Y POR DÓNDE EMPIEZO?

Para que no haya ninguna duda de que podrás empezar hoy mismo implementando lo que has leído, voy a compartir contigo lo que dijo Jim Rohn (uno de mis héroes y uno de los primeros «business philosophers» del mundo):

«Alguien me dice, ‘No sé por donde empezar’ y le digo: Tira una piedra y donde cae, allí empiezas. Pregunta a la primera persona que veas: ¿Quieres comprar algo? Y verás que tarde o temprano alguien te dirá ‘¿Puede ser, ¿qué vendes?’ Empezar no tiene que ser más complicado.»

Qué hacer cuando no sabes qué hacer

POR RENÉ EN Tácticas que animan

He perdido la cuenta de las veces que me he encontrado en una situación complicada, view con retos grandes a superar, healthful y con una necesidad importante de poder canalizar mi energía y mover la ficha, avanzando hacia días mejores.

Seguramente a ti también te ha pasado, ¿verdad?

Lo que sucede es que las pruebas no vienen normalmente con una clara solución, sino vienen con un infinito de posibilidades y opciones. Y de ellas muchas son opciones válidas e interesantes, que pintan que podrían ser LA solución. ¿Pero cómo lo puedes saber cuál escoger?

Y ¿cómo puedes salir del bloqueo emocional, lo que genera el parálisis y la inacción cuando tanto deseamos la acción y el movimiento hacia la solución?

Son dos temas a tratar. Por un lado quiero compartir contigo lo que hago cuando no sé qué hacer. Cuando veo, o no, las opciones pero no sé cuál escoger. Y por otro lado quiero comentar cómo me muevo desde la parálisis, el bloqueo y hacia la acción.

Pensar es una arma de doble filo

De entrada me he dado cuenta que pensar puede jugar tanto a mi favor como en mi contra. Con lo cual es relevante entender cuándo es el momento de pensar y cuándo es el momento de NO pensar, y actuar. Hablo de un pensar que es poco constructivo, que es más un dar vueltas a las cosas que encontrar claridad. Ese pensar representado por la voz interna, que viene desde las entrañas del miedo, y que se dedica a criticar, a ver las dudas y el lado negativo. Es un pensar que sirve, sin duda, para ver desde los diferentes lados y ángulos el tema a tratar, pero… no es un pensar que nos sirva para movernos adelante y salir del bloqueo.

Con lo cual, el primer apunte: Hay que separar el pensar y la acción.

Al separar el pensar y, de allí la reflexión y, a posteriori, la planificación, puedo establecer los pasos que voy a tomar para irme acercando hacia donde quiero ir.

Me dedico a pensar hoy por la tarde/noche, y voy apuntando los pasos, o simplemente el primero paso, que he de tomar para moverme. Planifico lo que voy a hacer mañana. Y me acuesto sabiendo que mañana ya tengo claro las cosas que he de hacer, y confío en que lo he planificado de la mejor manera que he podido con el conocimiento y capacidad que tengo, y que mañana será un día mejor.

Me levanto por la mañana y sigo el proceso, los pasos detallados el día anterior. Y me dedico plenamente, con una conexión total, a realizar paso por paso. Sin dudar, sin reflexiones profundas, y apagando la voz interior que sé que quiere interferir. Así tengo una fórmula que me da tranquilidad y conexión total con lo que hago. Hago, no pienso.

De nuevo por la tarde me permito reflexionar sobre cómo me ha ido el día, el resultado que he obtenido, y ajustar mi plan y los pasos que he de tomar el siguiente día. Incorporo mis reflexiones y de nuevo entro en tener fe en que lo que hago, y lo que haré, me mueve hacia donde quiero ir.

Es un proceso sencillo y a la vez muy eficiente. Me permite conectar con lo que hago, tener pensamientos relacionados con ese hacer, y la voz nerviosa interior se calma.

Un ejercicio de 15 minutos que te puede cambiar la vida

Te recomiendo que lo intentes. Hoy mismo. Toma 15 minutos y piensa en algo que quieres mejorar, o algo que deseas lograr. Y detalla los 3-5 pasos que podrás tomar para irte acercando a ello.

Pero, ¿qué hago si no sé ni siquiera qué quiero lograr? ¿Qué hago si no tengo claro lo que podría mejorar para sentirme mejor?

Son buenas preguntas, y de nuevo son dudas que he tenido más veces en mi vida de las que puedo contar. Hay dos “tácticas” potentes, 100% basadas en la acción, nada de pensar y  nada de seguir dándole vueltas.

Tácticas para moverte desde donde estás hacia donde quieres ir

Primera táctica: deja de pensar en ti. Deja de pensar en lo que tú quieres, lo que tú deseas, y empieza pensar en los demás. Es una táctica potente para salir de tu propia cabeza y tener empatía con los demás, que por sí mismo es fundamental para ver que “ostras, no soy el único que vivo un momento difícil”, si no que los hay los que lo tienen igual o incluso mucho peor.

La fórmula clave para tener éxito

También esa fórmula de dejar de pensar en uno mismo y pensar en los demás y sobre todo, en cómo puedo yo ayudar a los demás, es la fórmula clave para tener éxito en la vida. Es la fórmula que hay detrás de cada empresa con éxito, cada ser humano real y plenamente feliz. Es la manera en que puedo recibir el máximo retorno, emocional y financiero, del mundo.

Para poder realmente dejar de pensar en mí he de salir de mi casa, y verme con gente. Conocidos o no. Y dedicarme plenamente a escucharles. A hacer preguntas y escuchar, esa escucha profunda que se genera cuando no piensas ni remotamente en ti, sino 100% en la otra persona. Veráscómoo se genera una conversación profunda con mucha riqueza. Además es fundamental tener claro que no se trata de venir con respuestas y soluciones, sino simplemente de escuchar. Tener empatía y comprensión.

Tira hacia lo que te tira

Por último quiero compartir otra táctica que me funciona siempre que no sé qué hacer. De las posibles opciones que tengo siempre busco la que más me gusta. La que realmente me apetece. Si no sé cual es, cierro los ojos y me pregunto, “De las opciones que he visto, ¿cuál es la que más me apetece hacer ahora mismo?

Y la suelo ver enseguida. Sino, tomo a la persona que tengo a mi lado, y le pido que me escuche y en voz alta voy repasando el reto o la oportunidad que tengo entre manos, y comento las opciones. Al hablarlo en voz alta lo saco de mi cabeza y se me activa el cerebro en tal manera que las opciones se manifiestan con más claridad.

Resumiendo

Si no sabes que hacer, opta por la opción que te guste más, la que te haga sentir mejor.

Si no sabes cuáles son tus opciones, busca a alguien con quien puedas compartir, y pide que te escuche, y verás cómo se te enciende la mente y las opciones aparecerán.

Si te encuentras de muy bajo ánimo, sal a la calle, busca alguien con quien hablar y haz el esfuerzo de dejar de pensar en ti, y dedícate únicamente escuchar al otro. Repite el proceso con todas las personas que necesites para recuperar tu ánimo y tu foco. Simplemente estar al servicio de la otra persona, escuchando, sin juzgar, sin ofrecer respuestas, sino solamente empatía y comprensión.

Si tienes demasiadas opciones y no saber por dónde empezar, busca la opción que puede tener el mayor impacto sobre las otras opciones. Busca el efecto dominó, y pon tu foco en tumbar la primera ficha. Así verás como todas las demás se mueven también hacia adelante.

Un abrazo, y muchas gracias por leerme.

René